Que esto no es Suiza señores...

"Pensabais que estábamos en Suiza? No señores, esto es Ponza!! Así que relájense y disfruten de las vistas!"  Esto decía el conductor del autobús que te lleva de una punta a la otra de la isla, todos como sardinas en lata, al tiempo que hacía publicidad de la casa que rentaba para las vacaciones. Sin duda un personaje! :-D

Así es Italia y así es Ponza, una pequeña isla italiana en el mar Tirreno que fué residencia de Mussolini durante la segunda guerra mundial. De tonto no tenía un pelo! Ponza es un verdadero paraíso terrenal por las calas que tiene y las vistas desde los puntos más altos.

Si te gusta el mar este es tu sitio. Prácticamente no hay otra diversión más que salir en tu barquito a pasear y pararte en cada calita a darte el baño, tomar el sol, pescar o hacer sub -cuidado con las medusas que les gustan hacer de las suyas-. Hace un par de días leí en un periódico italiano que Rihanna estaba pasando allí unos días así que dije…pues voy a escribir de la isla y subir algunas fotitos que hice este verano, también fue mi destino por unos días…qué glamourosa, no?  ;-)

Ponza es barco, barco y más barco. Si eres de los que se marean nada más poner un pié en uno mejor decántate por otro lugar para pasar tus vacaciones, o bien haz como yo! Tómate una de esas pastillitas contra el mareo que es mano de santo!! Si tengo que quedarme con alguna cala sin duda me quedo con Cala Esmeralda. Mirad por qué.

La isla tiene playas, en concreto tres, pero dos de ellas están cerradas desde el 2009 por peligro de desprendimientos. Atrás quedaron los años en los que los jóvenes podían acampar y pasar la noche en ellas, sin duda un deporte de alto riesgo no sólo por las piedras que podían caerte sino por el ataque indiscriminado de los mosquitos.  Todo por conquistar a alguna “ragazza” a toque de guitarra y bajo un manto de estrellas…estos italianos son unos románticos, qué se les va a hacer!

Actualmente sólo está abierta una de las playas, Il Frontone. Hay un barco que te lleva por 5 € ida y vuelta. Es la única manera de llegar, o al menos la más directa. Salen cada 15 min. Pero personalmente no os la recomiendo, intentaron especular y construir una especie de restaurante “abusivo”, lo clausuraron y ahí sigue…un esqueleto de ladrillos que estropea las vistas y el relax.

La segunda alternativa al barco son las Piscinas Naturales. La entrada del mar en calas semi-cerradas forma estas piscinas de agua salada perfectas si vas con niños. Les encanta tirarse desde las rocas y eso que a mí me pareció bastante peligroso. Los no tan niños, y una vez más, intentando encandilar a alguna jovenzuela, hacen verdaderas acrobacias. Un pena que no me diera tiempo de grabar el salto que hizo un chico de no más de 16 años desde uno de los puntos más altos de la cala.

A mí eso de meterme donde no doy pie no es que me agrade especialmente, pero para ir a las piscinas tuvimos que equiparnos con unas zapatillas de goma que evitan que resbales al caminar por las rocas mojadas. Pues oye! No sé por qué extraña razón el hecho de calzar esas zapatillas me daba seguridad y me lancé a la pisci (entiéndase bajar con cautela).

Y la tercera opción para disfrutar de la isla: Comer!! Como no….estamos en Italia. Qué rico todo, todo y todo! Os doy dos recomendaciones de restaurantes, bueno tres…por si vais por allí.

La primera -y soy la peor porque no recuerdo el nombre del sitio- es un pequeño restaurante que hay en el puerto, con toldos azules y sólo tres taburetes altos en la puerta, aunque en el interior tienen más mesitas. Lo reconoceréis enseguida porque toda su decoración es azul. Es perfecto para hacer una parada a “cualquier hora” y esa es la cosa buena teniendo en cuenta que estamos en Italy, para comer pescado, pasta o tomar simplemente un café.

La segunda es el Restaurante EEA, cocina mediterránea de calidad buenísima  y vistas preciosas. Durante el día está cerrado, sólo puedes ir a cenar y te recomiendo que lo hagas cuando la noche te permita estar en la terraza.

Y si quieres impresionar aquí va la tercera opción: Solo a vela, también conocido como Da Enzo. Fué mi sorpresa! ^^

Como su nombre indica sólo se puede llegar en una pequeña barca que te recoge en el puerto y te lleva a esta calita donde Enzo ha creado un paraíso culinario. Decorado con velas, telas, cañas,…como si fuera un chiringuito chic, para entendernos, o más bien hippye-piji.

Lo bueno de este restaurante es su relación calidad-precio. El menú es cerrado, propuesto por ellos y basado en lo que ese día te ofrezca el mercado. Pescado fresco y pasta que te hace llorar de lo buena que está!!

También destacaría el trato cercano de todo el equipo, aunque realmente todo el mundo en la isla tiene un carácter suuuuperagradable. Tratan al turista como oro en paño porque saben que el que llega a Ponza es una amante del mar y por lo tanto lo va a cuidar.

Ains…Ponza! Qué buenos recuerdos me trae! Si tienes oportunidad no dejes de visitarla.

PD. Dato importante: no se puede llevar vehículo propio, ya os digo que es pequeñísima, así que alquila con tiempo una scooter y un barquito para moverte. Las motos están en 30 € el día y el barquito para 4 personas en 50.

Y para alojarte sin duda repetiría en Villa Ersilia desayunar con estas vistas no tiene precio, no creéis?