Tenía pensado hacer de Con
Sabor a Puchero una especie de diario cronológico de las cosas que veo,
que escucho, de las nuevas experiencias que vivo…pero me he dado cuenta de que
eso hace que se pierda el momento de otras muchas cosas que me suceden en el “aquí
y ahora” y que quiero contar. Así que este blog será como una de esas películas
que tienen saltos en el tiempo, de las que lo mismo te cuentan qué pasó hace
diez años y de repente la escena siguiente transcurre en el tiempo actual. Quiero
que Con Sabor a Puchero sea un
cuaderno que se reinventa cada vez que abro una página de Word en blanco,
alejado de temas encorsetados por el espacio o el tiempo.
Hoy voy a hablaros de algo que me
está sucediendo ahora: Buscando amigas en el ciberespacio.
Sucede que cuando llegas a una
edad, una cierta edad, digamos la treintena ya avanzadita, much@s pensamos que no
necesitamos conocer a nadie más, que ya con la edad que tenemos los amigos que
tenemos son más que suficientes porque son los “buenos”, los que no se han
caído por el camino por la distancia o la desidia de hacer una llamada. Que
levante la mano quien no ha caído en esta trampa de la vida.
He de reconocer que nunca he sido
de las que ha cerrado las puertas a una nueva amistad o simplemente a la
oportunidad de conocer a nuevas personas de las que siempre puedes aprender
algo. Me encanta conocer gente nueva y luego ya veremos si llegan a la
“categoría de amigos”, por ser más ordenados y poner categorías. Pero el tema de la amistad me desconcierta
porque las madres siempre dicen que amigos hay muy pocos, que se pueden contar
con los dedos de una mano, y todos conocemos el dicho: más sabe el diablo por
viejo que por diablo. Así que algo de razón tendrán. Yo, para bien o para mal y
como soy muy curiosa, y tal vez como dice mi amigo Isra muy ingenua, sigo
creyendo en la amistad. Y creo que por eso puedo presumir de tener muchos
amigos. Porque realmente lo que das es lo que recibes, esto es una verdad “como
un templo” y al final tooodo es mucho más fácil.
No quiero perderme por los cerros
de Úbeda, aquí hemos venido a hablar de mi libro…ay no! que eso lo decía otro!
Yo quiero hablaros de cómo se hace cuando, alejada de esos amigos de toda la
vida, llegas a una ciudad, a un país, donde no sólo no conoces a nadie sino que
siempre hay alguna dificultad para conocer personas. Pero para todo problema existe
una solución y para cada país una dinámica. Recuerdo que cuando llegué a Cuba, un país con claras deficiencias en el Social Network y en internet en
general me dije: ¿Cómo conozco yo aquí personas? Si no funciona internet!!!!
Dios mío!! Acostumbrados a un mundo
lleno de tecnología que nos condiciona en la forma de relacionarnos me sentí
como pez fuera del agua. Pero precisamente en el problema está la solución. Las
cosas en Cuba se hacen a la antigua usanza, con el boca a boca y la buena
voluntad de las personas. Si tienes conexión a internet que va a 35 KB puedes
mandar un mail y ahí mi queridísima amiga Elena es la reina, la Public Relation
habanera como no hay ni habrá otra.
Así, vas un día a una fiesta a la
que han invitado a tu pareja un compañero de trabajo, alguien te presenta como
española y periodista (aunque da igual lo que hubiera sido, de hecho no soy
periodista como tal) y se abre un mundo lleno de luces caribeñas. A las 24 hrs
ya estás en la lista de distribución de esos mails para quedar para un
almuerzo, cena, cumpleaños… y recibiendo llamadas para animarte a unirte. Y tú
pensando…esto sólo me podía ocurrir en La Habana. El problema de la tecnología
encuentra su solución precisamente donde tienen su origen, en la humanidad.
Los momentos que viví con mis
amigas en la Habana los recordaré siempre con una sonrisa en la boca y una copa
de vino en la mano, porque si hay algo que une a una de Bilbao, una de
Pamplona, de Madrid y una sevillana es una buena copa de vino (tal vez en el
Gobierno debieran entregar una botellita mini aunque sea de Sangre de Toro
antes de cada pleno, las cosas irían mejor seguro). Y no sólo eso!! Además se
abre la mente cerrada del españolito para hacerle un hueco en la mesa a
italianos, chilenos, colombianos, japoneses y cualquier ser humano con ganas de
aprender y disfrutar con los demás.
Pero como dice la famosa frase “cuando tienes todas las respuestas te
cambian las preguntas” y resulta
que tienes que dejar tu Habana linda y querida para emigrar a México, al DF
nada más y nada menos!! Millones de personas interconectadas por la tecnología
que no desvelan su rostro por motivos de seguridad porque a tod@s los que hemos
llegado nos han dicho, por activa y por pasiva, cómo de peligroso es este país.
Así que llegas tan “acojonada” que ni siquiera contestas a las personas que muy
amablemente te hablan en el supermercado… por si son ladrones que quieren
secuestrarte. Amabilidad?? Eso qué es si no eres amigo mío?? Pues ay amigo!
Algo que debemos aprender de este pueblo mexicano porque es una muy bonita
costumbre!! Puede parecer exagerado, pero las que han vivido o viven en este
país y recuerden sus inicios me entenderán perfectamente.
Y llegas a casa, y te metes en San
Google, el que te sacará de todos tus problemas y cuando escribes “españoles en
México” te remite a grupos de Facebook….los Social Network que faltaban en
Cuba!! Estoy salvada?? Te metes, solicitas que te admitan, te admiten pero al
principio no escribes porque aunque sean españoles… vete tú a saber si no hay
un narco infiltrado que te quiere secuestrar… y entras de nuevo en paranoia.
Mierda!
Después de varios meses así, cuando
te das cuenta de que la anciana del super o el portero del edificio es amable
sólo por ser amable empiezas a abrir tu mente y a darle al “me gusta” en ese
grupo de facebook que encontraste. Poco a poco te vas soltando, haces
comentarios y ZAS! Cuando menos te lo esperas alguien te invita a un grupo más
reducido, de los que quedan de vez en cuando y que te abren las puertas de su
casa para darte la bienvenida.
Y en esas estamos, encontrando amigas
en el ciberespacio.
Y poco a poco encuentras el equilibrio allá dónde vayas, entre tecnología y contacto personal, para tenernos a todas las personas que te conocemos enganchadas a tu visión del mundo! :)
ResponderEliminarAinsss Reyes, y qué difícil es a veces! Pero ya me conoces...hasta el infinito y más allá!! :-)
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